Apoyo nutricional para la curación de heridas
Contenidos
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico (AA), interviene en todas las fases de la cicatrización de las heridas. En la fase inflamatoria es necesaria para la apoptosis y la eliminación de los neutrófilos. Durante la fase proliferativa, el AA contribuye a la síntesis, maduración, secreción y degradación del colágeno. Las deficiencias afectan a la fase de maduración alterando la producción de colágeno y la formación de cicatrices. El organismo se esfuerza por mantener la homeostasis del AA, asegurando así su disponibilidad para la síntesis de colágeno. Después de una herida, los niveles plasmáticos y tisulares de AA disminuyen y, en consecuencia, los suplementos pueden ser útiles para la cicatrización, aunque los niveles más allá de la saturación se excretan Los médicos deben ser conscientes tanto del estado nutricional de los pacientes con heridas agudas o crónicas como de la posibilidad de cualquier deficiencia de AA que pueda dificultar la cicatrización.
Vitaminas para la piel
Todos hemos tenido una herida: un corte, un rasguño o una rozadura que rompe la piel. La mayoría de las heridas en personas sanas se curan rápidamente cuando se mantienen limpias y sin infecciones, mientras que otros tipos de heridas son más graves y requieren intervención médica.
Las heridas graves pueden ser las úlceras de decúbito, también conocidas como úlceras por presión o úlceras de decúbito. Las úlceras de decúbito se desarrollan en los lugares donde los huesos están cerca de la piel, como los tobillos, la espalda, los codos, los talones y las caderas. Estas heridas son un riesgo para las personas que están postradas en una cama, utilizan una silla de ruedas o no pueden cambiar de posición. Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de desarrollar úlceras en los pies que pueden tardar semanas o meses en curarse.
Vitaminas necesarias después de la cirugía
¡Comer bien es bueno para nosotros! Consumir más frutas y verduras de colores, salmón, judías, legumbres y cereales integrales mejora nuestra salud y bienestar. Lo mismo ocurre con la limitación del azúcar y el consumo de proteínas magras, grasas buenas y verduras de hoja verde. Pero, ¿qué tiene esto que ver con la curación de las heridas?
Aunque a menudo se pasa por alto, una buena nutrición es extremadamente importante porque las heridas deben estar bien alimentadas para curarse. Durante el proceso de cicatrización, el cuerpo está ocupado añadiendo nuevos tejidos, reponiendo líquidos y luchando contra las infecciones, por lo que necesita mayores cantidades de agua, calorías, proteínas y vitaminas.
Hay que beber más líquidos para reponer los que se pierden en las heridas. Y si tienes una herida que drena mucho, necesitarás beber aún más. La hidratación también ayuda a regular la temperatura corporal y a aportar nutrientes a las células. Elige bien los líquidos y evita las bebidas azucaradas y con cafeína. El agua es la mejor opción y la menos costosa para la hidratación.
Las calorías proporcionan energía al cuerpo. Dado que el cuerpo necesita energía adicional para curar una herida, el aumento de la ingesta de calorías es un factor importante para la curación. ¿Sabía que durante la cicatrización de una herida se necesitan unas 15 calorías diarias por cada kilo de peso corporal? Para una persona de 150 libras, esto supone 2.250 calorías al día. Si no cree que pueda comer tres comidas grandes y densas en calorías al día, intente comer cinco o seis comidas pequeñas o tentempiés.
Nutrición y curación de heridas
Como órgano más grande del cuerpo, la piel es responsable de la protección, de mantener una temperatura constante y de permitir el sentido del tacto. Pero esto significa que está expuesta a los contaminantes, las toxinas y los rayos nocivos del sol, y puede perder elasticidad, fuerza y salud. Pero la piel tiene la capacidad de repararse y regenerarse para protegernos de estos efectos negativos. Pero la regeneración de la piel sólo se produce con una dieta sana y las vitaminas adecuadas.
La piel consta de dos capas principales -la dermis (capa profunda) y la epidermis (capa superficial)- y varias capas más pequeñas entre ellas. Las células de la piel nacen constantemente y suben a las capas epidérmicas de la piel. Normalmente, la piel sana regenera su superficie cada dos o tres semanas. Cualquier daño cutáneo se repara en el proceso.
Ciertos nutrientes se vuelven aún más importantes cuando el cuerpo necesita reparación. Tanto si se trata de un hueso roto, una infección o una herida o corte en la piel, el consumo de alimentos ricos en determinadas vitaminas puede ayudar a acelerar el proceso de recuperación. La curación requiere los nutrientes que se encuentran en los alimentos saludables, como las frutas, las verduras, los cereales integrales y las proteínas magras. Para una recuperación más rápida, coma más de estos alimentos o añada suplementos vitamínicos a su régimen alimenticio diario.