Manipulación segura de los alimentos
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Las enfermedades transmitidas por los alimentos no sólo provienen de los restaurantes. De hecho, suelen provenir de una mala preparación, servicio y almacenamiento de los alimentos en casa. Siga las siguientes pautas para mantener sus alimentos lo más seguros posible:
La producción de alimentos es otro componente importante de la nutrición y la salud. Se trata de una cuestión compleja con muchos factores, algunos de los cuales no puedes controlar. Por ejemplo, los alimentos cultivados en un suelo sano aportarán los oligoelementos necesarios a los alimentos, pero cuando los suelos se ven presionados por la producción a gran escala, pueden perderse oligoelementos esenciales.
Autoridad de seguridad alimentaria
Lávese siempre las manos con agua caliente y jabón antes de preparar los alimentos y después de manipular carne, aves, pescado o huevos crudos. Utilice tablas de cortar separadas para la carne y los productos, y platos y utensilios separados para los alimentos cocinados y los crudos.
Coloque los artículos refrigerados (como la carne, los productos lácteos, los huevos y el pescado) en el último lugar de la cesta. Mantenga las carnes separadas de los productos agrícolas y de otros artículos que consuma crudos. Si su viaje a casa dura más de una hora, considere la posibilidad de poner estos artículos en una nevera o bolsa aislante para mantenerlos frescos.
Pon el frigorífico a 5°C y el congelador a -18°C o menos. Estas temperaturas frías ayudarán a evitar que se multipliquen las bacterias en los alimentos. Si tu frigorífico no tiene termostato, utiliza un termómetro de electrodomésticos para asegurarte de que la nevera y el congelador están a la temperatura adecuada.
La cocción a fondo eliminará los gérmenes que pueden hacer que usted y su familia enfermen. Un termómetro para carne es la mejor manera de saber si los alimentos están bien cocinados. (Coloque el termómetro en la parte más gruesa de la carne y lejos de los huesos o la grasa. Lave la sonda entre usos). Consulte las etiquetas de los envases o siga estas recomendaciones:
Seguridad alimentaria e inspección
Las enfermedades transmitidas por los alimentos son una carga para la salud pública y contribuyen significativamente al coste de la asistencia sanitaria. Cada año, las enfermedades transmitidas por los alimentos enferman a 48 millones de estadounidenses (aproximadamente el 17% de la población de Estados Unidos) y provocan 128.000 hospitalizaciones y 3.000 muertes.1 Un pequeño porcentaje de estas enfermedades son el resultado de brotes identificados de enfermedades transmitidas por los alimentos, que se producen cuando se dan dos o más casos de enfermedades similares como consecuencia de la ingesta del mismo alimento.2 La investigación de los brotes de origen alimentario, junto con el análisis de los datos sobre los gérmenes que nos hacen enfermar y los comportamientos que contribuyen a la contaminación de los alimentos, nos ayudan a identificar dónde podemos mejorar el sistema de seguridad alimentaria del país.3 Este sistema abarca desde el cultivo de los alimentos en la granja, pasando por el procesamiento, el envasado, la distribución, el transporte y el almacenamiento, hasta la preparación para su consumo.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos son un problema de salud pública que se puede prevenir y del que no se informa. Estas enfermedades son una carga para la salud pública y contribuyen significativamente al coste de la atención sanitaria. También suponen un gran reto para determinados grupos de personas. Aunque cualquiera puede contraer una enfermedad de origen alimentario, algunas personas corren un mayor riesgo. Por ejemplo:
Centro de seguridad alimentaria
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La seguridad alimentaria (o higiene de los alimentos) se utiliza como método/disciplina científica que describe la manipulación, la preparación y el almacenamiento de los alimentos de forma que se eviten las enfermedades de origen alimentario. La aparición de dos o más casos de una enfermedad similar derivada de la ingestión de un alimento común se conoce como brote de enfermedad de origen alimentario[1], que incluye una serie de rutinas que deben seguirse para evitar posibles riesgos para la salud. De este modo, la seguridad alimentaria suele solaparse con la defensa de los alimentos para evitar daños a los consumidores. Las vías dentro de esta línea de pensamiento son la seguridad entre la industria y el mercado y luego entre el mercado y el consumidor. Al considerar las prácticas entre la industria y el mercado, las consideraciones de seguridad alimentaria incluyen los orígenes de los alimentos, incluidas las prácticas relacionadas con el etiquetado de los alimentos, la higiene alimentaria, los aditivos alimentarios y los residuos de plaguicidas, así como las políticas sobre biotecnología y alimentos y las directrices para la gestión de los sistemas gubernamentales de inspección y certificación de importaciones y exportaciones de alimentos. Al considerar las prácticas del mercado al consumidor, el pensamiento habitual es que los alimentos deben ser seguros en el mercado y la preocupación es la entrega y preparación segura de los alimentos para el consumidor.