Ejercicio para reducir el estrés
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Cuando estamos estresados, el cuerpo libera una hormona llamada cortisol. Apodada la “hormona del estrés”, el cortisol actúa como una rápida descarga de energía que ayuda al cuerpo a hacer frente a un determinado factor de estrés, principalmente reduciendo la inflamación y regulando la presión arterial. Pero, como la mayoría de las cosas en la vida, es posible tener demasiado de algo bueno. Demasiado cortisol en el cuerpo -el producto del estrés continuo- perjudica en lugar de ayudar, ya que aumenta la inflamación y eleva la presión arterial, lo que hace que el estrés se sienta aún más intenso y consumido.
Aliviar el estrés suele ser un esfuerzo de varios niveles, como asegurarse de dormir lo suficiente, mantenerse hidratado e invertir en relaciones saludables. Pero una de las herramientas más útiles (y a menudo olvidadas) para recuperarse del estrés puede encontrarse en un lugar sorprendente: la cocina.
La comida puede ser un poderoso antídoto contra el estrés. Mientras que algunos alimentos pueden ayudar al cuerpo a eliminar el cortisol sobrante, otros pueden potenciar las llamadas “sustancias químicas de la felicidad” en el cerebro -la serotonina y la dopamina- y restablecer el equilibrio en el cuerpo y la mente.
Alimentos que alivian el estrés
El estrés es un problema común en la mayoría de las sociedades. Hay tres tipos principales de estrés que pueden darse en nuestra vida cotidiana: agudo (un acontecimiento breve, como una discusión acalorada o un atasco), episódico agudo (acontecimientos agudos frecuentes, como los plazos de entrega en el trabajo) y crónico (acontecimientos persistentes, como el desempleo por la pérdida de un trabajo, el abuso físico o mental, el abuso de sustancias o los conflictos familiares). Muchos de nosotros podemos experimentar una combinación de estos tres tipos.
Nuestro cuerpo reacciona a todos los tipos de estrés a través del mismo mecanismo, que se produce independientemente de si el estrés surge de un acontecimiento real o percibido. Tanto los estresores agudos como los crónicos provocan la respuesta de “lucha o huida”. Se liberan hormonas que instigan varias acciones en cuestión de segundos: bombeo rápido de sangre y oxígeno a nuestras células, aceleración del ritmo cardíaco y aumento de la alerta mental. En la prehistoria, esta respuesta rápida era necesaria para escapar rápidamente de una situación de peligro o luchar contra un depredador. Sin embargo, todo tipo de estrés puede desencadenar esta respuesta, como se describe con más detalle a continuación:
Dieta contra el estrés
Por supuesto, y especialmente cuando estamos muy ocupados y, por tanto, más estresados, comer sano no es un hábito fácil de mantener. Para muchos, preparar comidas sanas no siempre encaja en una agenda apretada, y salir a cenar fuera es la norma más frecuente.
“Esto suele contribuir a una dieta menos saludable”, afirma Kuchan. “Todos sabemos lo fácil que es darnos un capricho con esa comida rica en grasas que se nos ha antojado, pero que normalmente no nos prepararíamos”.
“Comer en casa suele aumentar la probabilidad de seguir una dieta saludable”, explicó Kuchan. “Una forma de facilitar el consumo de una dieta sana es tener a mano alimentos frescos y nutritivos. Muchos también se pueden conservar congelados o secos, como los frutos secos, las frutas y los cereales ricos en fibra.”
“Algunos ejemplos de nutrientes que mejoran el flujo sanguíneo son los omega-3 (EPA y DHA), la vitamina E y los polifenoles que se encuentran en el vino tinto, los arándanos y el chocolate negro”, explica Kuchan. “De este modo, una dieta saludable tiene un ‘efecto cascada’ en la salud del cerebro, porque al mejorar el flujo sanguíneo, también mejora el suministro de nutrientes clave al cerebro”. En consonancia con esto, la forma física es uno de los factores más potentes de “deterioro cognitivo” y actúa manteniendo un flujo sanguíneo saludable hacia el cerebro.”
Dieta para la ansiedad
Cuando piensas en comer por estrés, probablemente pienses en comer una bolsa de patatas fritas saladas o en tomar un helado directamente de la pinta. (¿No? ¿Sólo nosotros?) Estamos aquí para dar un nuevo giro a la alimentación por estrés, destacando los alimentos que realmente pueden ayudarle a controlar la respuesta de su cuerpo al estrés en lugar de empeorarla.
Probablemente esté familiarizado con la respiración superficial, las palpitaciones y la tensión muscular que puede provocar el estrés. Tal vez sude, le duela la cabeza o se vuelva más irritable. La exposición prolongada al estrés también puede afectar al estado de ánimo, el sueño, el peso y la memoria. Todo ello responde a cambios en la química de nuestro cerebro, como el aumento de las hormonas del estrés, como el cortisol, que desencadenan la respuesta de lucha o huida.
La buena noticia es que los alimentos que comemos también pueden afectar a la química de nuestro cerebro de forma que se combatan los efectos del estrés. Así que, en lugar de recurrir a las patatas fritas o al helado (SIGH), intente incluir algunos de estos alimentos en su dieta.
El simple hecho de sostener una taza de té caliente puede ser muy calmante. Te invita a pensar en la chimenea o en un pijama cómodo. Pero algunas infusiones tienen un efecto calmante adicional. Se ha demostrado que la manzanilla ayuda a reducir los síntomas de la ansiedad y otras infusiones como la lavanda, la kava, la menta y la valeriana pueden reducir el estrés e incluso mejorar el sueño.