Cómo puede afectar la preocupación a tu salud
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Seguro que has oído que el triptófano del pavo es el culpable de ese coma alimentario en Acción de Gracias. Este aminoácido ayuda a producir serotonina, “la sustancia química que regula el hambre y la sensación de felicidad y bienestar”, dice Mangieri. Por sí solo, el triptófano puede tener un efecto calmante. En un estudio de 2006 publicado en la revista Journal of Psychiatry Neuroscience, hombres y mujeres que eran conflictivos (según los tests de personalidad) tomaron suplementos de triptófano o un placebo durante 15 días. Los que tomaron triptófano fueron percibidos como más agradables por sus compañeros de estudio al final de las dos semanas en comparación con los que no lo tomaron. Otros alimentos ricos en triptófano son los frutos secos, las semillas, el tofu, el pescado, las lentejas, la avena, las judías y los huevos.
Si ya eres un amante de los carbohidratos, es probable que nada se interponga entre tú y un donut cuando el estrés te golpea. Primera regla de oro: No niegues por completo el antojo. Según una investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts, los carbohidratos pueden ayudar al cerebro a producir serotonina, la misma sustancia química cerebral que regulan ciertos antidepresivos. Pero en lugar de recurrir a esa garra de oso azucarada, opta por los carbohidratos complejos. “El estrés puede hacer que suba el azúcar en la sangre, dice Mangieri, “así que un carbohidrato complejo como la avena no contribuirá a su ya potencial pico de glucosa en la sangre”.
Cómo reducir la ansiedad
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en Estados Unidos. Son 40 millones de adultos -el 18% de la población- que luchan contra la ansiedad. La ansiedad y la depresión suelen ir de la mano, ya que aproximadamente la mitad de las personas con depresión también sufren ansiedad.
Las terapias y los medicamentos específicos pueden ayudar a aliviar la carga de la ansiedad, pero sólo un tercio de las personas que la padecen buscan tratamiento. En mi consulta, parte de lo que comento al explicar las opciones de tratamiento es el importante papel de la dieta para ayudar a controlar la ansiedad.
Además de las pautas saludables como llevar una dieta equilibrada, beber suficiente agua para mantenerse hidratado y limitar o evitar el alcohol y la cafeína, hay muchas otras consideraciones dietéticas que pueden ayudar a aliviar la ansiedad. Por ejemplo, los hidratos de carbono complejos se metabolizan más lentamente y, por tanto, ayudan a mantener un nivel de azúcar en sangre más uniforme, lo que genera una sensación de mayor calma.
Una dieta rica en cereales integrales, verduras y frutas es una opción más saludable que comer muchos carbohidratos simples que se encuentran en los alimentos procesados. El momento de comer también es importante. No te saltes las comidas. Hacerlo puede provocar bajadas de azúcar en la sangre que le hagan sentirse nervioso, lo que puede empeorar la ansiedad subyacente.
Suplemento para la ansiedad
Los trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de estrés postraumático y el trastorno obsesivo-compulsivo, afectan a los pacientes de múltiples maneras. Los síntomas más comunes del trastorno de pánico son las palpitaciones, los temblores, la falta de aire y la sensación de estar fuera de control. Una vez que se diagnostica a una persona un trastorno de pánico, se le puede recetar medicación o terapia. Los cambios en la dieta también pueden suponer una gran diferencia en la afección. Esto es lo que hay que saber sobre una dieta contra la ansiedad.
La investigación sobre los alimentos que reducen la ansiedad es relativamente nueva y los estudios de calidad son escasos, pero muchos nutricionistas tienen largas listas de productos nutritivos que recomiendan a los clientes que sufren trastornos de ansiedad.
“Comer de forma equilibrada y saludable, con un alto contenido de nutrientes esenciales, puede mejorar la salud mental en general”, dice la doctora Tahia Haque, psiquiatra de Savant Care. “Los alimentos como las frutas, las verduras y los frutos secos están repletos de vitaminas, aminoácidos y minerales”.
Alimentos para reducir el estrés
La mayoría de nosotros sabemos que una alimentación sana es importante para la salud física, pero ¿y si comer mejor también ayudara a nuestra salud mental? Estudios recientes demuestran que la dieta puede contribuir a reducir el nivel de ansiedad.
Llevar una dieta equilibrada y centrada en los alimentos integrales frente a los procesados es la clave. Los cereales integrales, las verduras y las frutas tienen un mayor contenido de carbohidratos complejos y fibra que ayudan a ralentizar la digestión, evitando así cambios significativos en los niveles de azúcar en sangre que pueden contribuir a que nos sintamos más ansiosos.
Otras estrategias son no saltarse las comidas, mantenerse hidratado bebiendo cantidades adecuadas de agua y limitar o evitar la cafeína y el alcohol. Además, algunos estudios han demostrado que determinados alimentos pueden ayudar a reducir la ansiedad.
Aunque se necesita más investigación para estudiar la relación entre los alimentos, el estado de ánimo y la ansiedad, puede valer la pena probar una alimentación saludable además de cualquier medicamento o terapia que le haya recetado su médico.