Recetas de besugos enteros
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Esta “Grande Cuvee” de Domaine Balland, elaborada sólo en cosechas especialmente finas, es rica y generosa, con una textura y mineralidad encantadoras. El vino tiene aromas de frutas exóticas, como el mango y la piña, con un final meloso.
Esponjosos donuts enrollados en azúcar de cereza, servidos con un cremoso zabaglione hecho con cerveza de cereza. Se sirve con una compota de cerezas, un suave sorbete de chocolate aterciopelado y nuestra versión de la barra de chocolate sueca llamada Daim.
Este Bourgogne Aligoté de Joseph Drouhin es fresco y elegante, con toques de cítricos, así como de mineralidad y dulce de leche. La equilibrada acidez eleva la fruta y la mineralidad del vino hasta un largo retrogusto.
Este Bourgogne suave y afrutado de Nicolas Rossignol, tiene aromas de cerezas rojas, frambuesas, fresas y arándanos. Además, hay toques de aromas de maduración de cuero y terrosos, así como aromas de vainilla procedentes de la conservación en barricas de roble.
Este Beerenauslese de alta gama de Kracher nos da sabores de frutas amarillas maduras con aromas de piña, albaricoque, miel y mango, así como toques de vainilla en un largo final con una alta y fresca acidez que equilibra maravillosamente el dulzor.
Dorada al horno con patatas
Este es mi pastel de pescado favorito: con un puré suave y aterciopelado, lleno de dos tipos de pescado y muchas gambas. Es un plato perfecto, cálido y elegante al mismo tiempo. Para mí, este plato simboliza perfectamente la idea de “cocina honesta”. Ingredientes deliciosos y un proceso de cocción sencillo. Nada de técnicas extravagantes, sabores falsos o versiones “aligeradas” de platos tradicionales. Sólo comida de verdad. Buena comida. Perfecta para compartir con los amigos y la familia.
Kalle Bergman es un escritor gastronómico y empresario de los medios de comunicación, fundador de Honest Cooking. Como escritor gastronómico, sus escritos han aparecido regularmente en publicaciones como Gourmet, Los Angeles Times, Huffington Post y Serious Eats. Está obsesionado con la comida sencilla, a menudo procedente de su país natal, Escandinavia.
Tiempo de cocción de la dorada en el horno
La lubina languidecía en las profundidades culinarias hasta hace poco, cuando los profesionales redescubrieron su carne dulce y texturizada y su piel brillante y plateada. Desde entonces, se ha convertido en un pescado de moda que se sirve en los restaurantes, considerado un manjar. Las cenas elegantes han seguido su ejemplo y ahora los supermercados la venden junto con el salmón y el eglefino, que son omnipresentes. La lubina es más carnosa que muchos otros pescados, y muchos la comparan con el pollo. Esta textura y sabor más atrevidos hacen que pueda servirse con ingredientes que contengan sabores más fuertes sin que resulten abrumadores.Hay muchas formas diferentes de cocinar la lubina y resulta deliciosa tanto si se sirve entera como en filetes. Siga leyendo para obtener consejos sobre lo que debe buscar al comprar lubina, así como instrucciones sobre cómo escalfar, asar, cocinar al vapor y freír lubina (junto con un montón de recetas de lubina para inspirarse).
Compre lubina de piscifactoría siempre que sea posible; la población de lubina salvaje se encuentra en niveles críticos, por lo que debe evitarse. Lo ideal es cocinar la lubina cuando está fresca; busque lubinas con ojos claros, aletas intactas y branquias de color rojo brillante, firmes al tacto y sin un olor a pescado indeseable. Es más difícil saber si los filetes de lubina son frescos, pero intente identificar la carne blanca y nacarada sin decoloración.
Con qué acompañar la lubina al horno a la sal
La lubina es uno de mis pescados favoritos por su carne blanca y suculenta. Además, es muy fácil de cocinar y se pueden hacer platos fríos y calientes con ella en pocos minutos. En Perú nos encanta (con mayúscula) comer pescado y marisco siempre que podemos, y esta receta forma parte de mi dieta desde hace muchos años. Para mantenerla fresca, a veces cambio las verduras según la temporada, pero esta es mi combinación favorita, y apuesto a que a ustedes también les gustará.
Antes de contarles más sobre esta receta, unas palabras sobre el arroz blanco y esponjoso que la acompaña. En Perú, el arroz es el acompañante de casi todo, desde las carnes hasta los frijoles, pasando por la quinua y las papas. Algunas personas llevan esta tradición al extremo, sirviendo el arroz junto a la lasaña u otros platos de pasta. Por regla general, en las cocinas peruanas, al menos cada proteína lleva una guarnición de arroz -y/o patatas-.
Pero si piensas que es un arroz soso y ordinario, significa que nunca has estado en nuestro país. Este arroz blanco “básico” es muy sabroso, cocinado con aceite, ajo y sal. El ajo que utilizamos es fresco del mercado, pelado y picado -o machacado- en el momento, y puedo decir que imparte un sabor maravilloso a cualquier plato. Quizá este ajo sea la razón por la que nos gusta tanto el arroz. Además del sabroso condimento, no dudes en añadir maíz, zanahorias picadas o guisantes -todo ello muy típico también-.