Alimentos ricos en magnesio
Seraphina es una escritora de salud independiente con experiencia como dietista registrada. Aspectos destacados: Licenciada en Nutrición y Dietética (con matrícula de honor) Ejerció como dietista durante 3 años antes de lanzarse a escribir historias de salud y bienestar publicadas en Self, The Paper Gown, HuffPost, Well + Good y Health
Muchos de los procesos corporales importantes requieren zinc. Este mineral esencial es necesario para la síntesis del ADN, la curación de heridas, la coagulación de la sangre, la inmunidad, el metabolismo y el crecimiento. La capacidad del gusto y del olfato también depende del zinc.
El zinc es un mineral esencial, lo que significa que el cuerpo tiene que obtenerlo de nuestra dieta porque no puede fabricarlo, explica Amandeep Kalsi, R.D., MPH, un dietista registrado en Los Ángeles. Cuando se consume la cantidad diaria recomendada de zinc, todas las funciones corporales mencionadas anteriormente pueden trabajar de forma óptima. El valor diario (VD) es de 8 miligramos de zinc, que aumenta a 11 miligramos para las madres lactantes porque “lo necesitas para ti y para el desarrollo del feto”, dice Kalsi.
Zinc en los huevos
Si buscas una fuente de zinc de origen vegetal que sea súper versátil y fácil de añadir a innumerables comidas, opta por las semillas de calabaza. Una onza no sólo contiene 2,2 miligramos de zinc (el 28% de la cantidad diaria recomendada para una mujer), sino también la friolera de 8,5 gramos de proteína vegetal. Además, algunas pruebas sugieren que una dieta rica en semillas de calabaza podría reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer: 158 calorías, 13,9 g de grasa (2,5 g saturada), 2 mg de sodio, 3 g de carbohidratos, 0,4 g de azúcar, 1,7 g de fibra, 8,5 g de proteína
¿Qué no puede gustar de la avena? Es barata, versátil e infinitamente acogedora. La avena no sólo contiene fibra soluble, que se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedades del corazón, sino que media taza también contiene 1,3 miligramos de zinc, que es el 16% de las necesidades diarias de una mujer. Considérelo una razón más para amar este clásico del desayuno.Por porción de ½ taza (sin cocinar): 148 calorías, 2,8 g de grasa (0,4 g saturada), 1,2 mg de sodio, 27 g de carbohidratos, 0,6 g de azúcar, 3,8 g de fibra, 5,5 g de proteínas
Verduras ricas en zinc
El zinc es importante para todo el organismo, especialmente para la salud de la piel, el sistema inmunitario y la cicatrización de las heridas. Es especialmente importante que los bebés, los niños y las mujeres embarazadas tengan suficiente zinc en su dieta para ayudarles a crecer y desarrollarse.
Las personas que consumen proteínas tienen más probabilidades de absorber el zinc, por lo que los vegetarianos y los veganos corren un mayor riesgo de sufrir una carencia de zinc. Las personas que comen principalmente cereales y legumbres necesitan más zinc que las que comen carne.
La revisión de Allan y Arroll (2014) encontró que se necesita más investigación de alta calidad sobre los tratamientos para los resfriados comunes. Esto se debe en gran medida a que las pruebas actuales suelen ser de baja calidad o poco fiables.
Deficiencia de zinc
El zinc, un mineral esencial, está presente de forma natural en algunos alimentos, añadido a otros y disponible como suplemento dietético. El zinc también se encuentra en algunas pastillas para el resfriado, en los medicamentos de venta libre que se venden como remedios para el resfriado y en algunas cremas adhesivas para prótesis dentales.
El zinc interviene en muchos aspectos del metabolismo celular. Es necesario para la actividad catalítica de cientos de enzimas, y desempeña un papel en la mejora de la función inmunitaria, la síntesis de proteínas y ADN, la curación de heridas y la señalización y división celular [1-4]. El zinc también favorece el crecimiento y el desarrollo saludables durante el embarazo, la infancia, la niñez y la adolescencia y participa en el sentido del gusto [2,3,5].
Los procesos que mantienen la homeostasis del zinc son la absorción del zinc de la dieta, la excreción en el tracto gastrointestinal y la reabsorción en la luz gastrointestinal [2,3]. En general, a medida que aumenta la ingesta de zinc, la cantidad de zinc absorbida también aumenta, pero su absorción fraccionada disminuye [2,3].
Los niveles de zinc en suero o en plasma suelen utilizarse en la práctica clínica para evaluar el estado del zinc. En personas sanas, la cantidad de zinc en suero o plasma es de 80 a 120 mcg/dL (12 a 18 mcmol/L) [2]. Los niveles de zinc en suero inferiores a 70 mcg/dL en las mujeres y a 74 mcg/dL en los hombres indican un estado de zinc inadecuado. Sin embargo, tanto las medidas en suero como en plasma tienen importantes limitaciones. Las concentraciones de zinc en suero están asociadas al sexo y la edad del paciente, así como a la hora de la extracción de sangre (por la mañana o por la noche), y no siempre se correlacionan con la ingesta de zinc en la dieta o en los suplementos [6]. Los niveles de zinc también fluctúan en respuesta a otros factores, como las infecciones, los cambios en las hormonas esteroides y el catabolismo muscular durante la pérdida de peso o la enfermedad [1,3]. Los médicos tienen en cuenta los factores de riesgo (como la ingesta calórica inadecuada, el consumo crónico de alcohol y las enfermedades digestivas malabsortivas) y los signos de deficiencia de zinc (como la alteración del crecimiento en bebés y niños) cuando evalúan el estado del zinc de un paciente [1].