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Después de la pubertad, el ritmo de crecimiento físico disminuye. Las chicas dejan de crecer alrededor de los dieciséis años, mientras que los chicos siguen creciendo hasta los dieciocho o veinte años. Uno de los cambios psicológicos y emocionales que se producen durante esta etapa de la vida es el deseo de independencia, ya que los adolescentes desarrollan una identidad individual al margen de sus familias[1]. A medida que los adolescentes toman más y más decisiones sobre su alimentación, los padres u otros cuidadores y figuras de autoridad deben guiarles hacia opciones adecuadas y nutritivas. Una de las formas en que los adolescentes afirman su independencia es eligiendo qué comer. Tienen su propio dinero para comprar alimentos y tienden a comer más fuera de casa. Los adolescentes mayores también pueden ser curiosos y estar abiertos a nuevas ideas, lo que incluye probar nuevos tipos de alimentos y experimentar con su dieta. Por ejemplo, los adolescentes a veces se saltan una comida principal y meriendan en su lugar. Esto no es necesariamente problemático. La elección de la comida es más importante que la hora o el lugar.
Necesidades nutricionales de las adolescentes
La pubertad marca el inicio de la adolescencia, la época entre la infancia y la juventud. Las recomendaciones del DRI dividen la adolescencia en dos grupos de edad: de 9 a 13 años y de 14 a 18 años. El inicio de la pubertad conlleva una serie de cambios, como el desarrollo de los órganos reproductores, la aparición de la menstruación en las mujeres, los brotes de crecimiento y los cambios en la composición corporal. La grasa suele suponer un mayor porcentaje de cambio en el peso corporal de las chicas, mientras que los chicos adolescentes experimentan un mayor desarrollo muscular y óseo. Todos estos cambios deben ser apoyados con una buena nutrición.
Es necesaria una ingesta energética adecuada para apoyar el espectacular crecimiento que tiene lugar durante la adolescencia. Entre los 9 y los 13 años, las chicas deben consumir entre 1.400 y 2.200 calorías al día, y los chicos entre 1.600 y 2.600 calorías al día. De 14 a 18 años, las chicas deben consumir entre 1.800 y 2.400 calorías al día, y los chicos entre 2.000 y 3.200. Las necesidades calóricas varían en función del nivel de actividad. La energía adicional necesaria para el desarrollo físico durante la adolescencia debe obtenerse principalmente de alimentos ricos en nutrientes en lugar de alimentos con calorías vacías, para mantener una ingesta adecuada de nutrientes y un peso corporal saludable.
Estadísticas sobre los hábitos alimentarios de los adolescentes
Jo-Anna B. Baxter no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Se calcula que en todo el mundo hay 1.200 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años. Aunque la adolescencia se sitúa entre la infancia y la edad adulta, los adolescentes no son ni niños grandes ni adultos pequeños. Tienen mayores necesidades alimentarias para apoyar su rápido crecimiento físico y su maduración.
El fuerte aumento de problemas como la anemia, el sobrepeso y la obesidad en este grupo de edad sitúa los problemas nutricionales entre las mayores amenazas inmediatas para la salud de los adolescentes. La exposición a una nutrición sana desde la adolescencia -desde el consumo real de alimentos hasta el entorno alimentario- puede sentar las bases para una vida sana en el futuro y unos buenos hábitos alimentarios.
Los factores combinados que conforman la dieta pueden incluir factores personales, como las preferencias de sabor y el conocimiento de los alimentos saludables; influencias sociales como los amigos, las familias y los compañeros de trabajo; y el entorno físico, incluidas las tiendas y la publicidad.
Deficiencia nutricional en el adolescente
Ser adolescente puede ser divertido, pero también puede ser difícil a medida que la forma de tu cuerpo cambia. Estos cambios físicos pueden ser difíciles de afrontar si no son lo que esperas. Puede haber presión por parte de los amigos para ser o tener un aspecto determinado, y esto puede afectar a los alimentos que comes. No es un buen momento para hacer una dieta de choque, ya que no obtendrás suficientes nutrientes y puede que no alcances todo tu potencial. Seguir una dieta sensata y equilibrada es una opción mucho mejor, tanto ahora como a largo plazo.
En la adolescencia, empezarás a ser más independiente y a tomar tus propias decisiones alimentarias. Saldrás con tus amigos o conseguirás un trabajo a tiempo parcial para poder comprar las cosas que te gustan. Como todavía estás creciendo, tienes que tener un cuidado especial para obtener la cantidad suficiente de algunas vitaminas y minerales importantes para sentirte bien y estar sano.
Comer tres comidas regulares al día con algunos tentempiés te ayudará a satisfacer tus necesidades nutricionales. Si te saltas las comidas, te faltarán vitaminas, minerales y carbohidratos, lo que puede hacer que te falte energía o que te cueste concentrarte. Aquí tienes una guía que te ayudará a entender el valor de lo que comes.