Alimentacion de los rumiantes

Tipos de sistemas de alimentación para el ganado

[Nota del editor: Este artículo es la cuarta y última entrega de una serie de artículos sobre la creación de alimentos para animales en la granja, escritos por Keith Mikkelson en el Orfanato y Granja Sostenible Aloha House en Puerto Princesa, Filipinas. Los artículos anteriores de Keith incluyen AN #20 Alimento para peces, AN #25 Alimento para cerdos y AN #28 Alimento para aves. Estos artículos han mostrado cómo la utilización de productos de la granja para la alimentación animal puede reducir la dependencia de insumos externos (a menudo costosos), aumentando así la sostenibilidad y la rentabilidad].

El asombroso rumiante de múltiples estómagos se presenta en muchas formas, con necesidades nutricionales variadas. Los rumiantes son mamíferos de cuatro patas que mastican bolo alimenticio, con dedos pares y pezuñas hendidas, del suborden Ruminantia (dentro del orden Artiodactyla). El ganado vacuno, el búfalo de agua, las cabras y los yaks son algunos de los rumiantes que se encuentran en el sudeste asiático.

Los rumiantes son capaces de digerir y extraer los nutrientes de los alimentos de origen vegetal fermentándolos en un estómago especializado con la ayuda de microorganismos beneficiosos, antes de la digestión (Figura 1). Tras la fermentación inicial, el bolo alimenticio fermentado es regurgitado y masticado de nuevo. El proceso de volver a masticar el bolo alimenticio (para descomponer aún más la materia vegetal y estimular la digestión) se denomina rumia. Los residuos de los rumiantes son valiosos como abono para mejorar la producción del forraje que consumen. El estiércol debe utilizarse en la granja para mantener la fertilidad del suelo. Uno de los beneficios de la ganadería integrada será la mejora de la salud y el rendimiento de las plantas gracias al reciclaje de nutrientes en la explotación.

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Sistema de gestión de la alimentación

Los rumiantes están diseñados para comer forraje. Pueden satisfacer todas sus necesidades energéticas para crecer, reproducirse y mantenerse sanos con una alimentación compuesta al 100% por forraje de buena calidad (alfalfa, hierba-heno o buenos pastos). Sin embargo, la suplementación durante ciertos periodos (finales de la gestación y la lactancia o para proyectos especiales como el 4-H y la FAA.) con concentrados (maíz entero, cebada, trigo, avena u otros piensos con alto contenido en carbohidratos) puede ser conveniente.

Los animales rumiantes tienen un estómago compuesto por cuatro compartimentos: retículo, rumen, omaso y abomaso. El rumen sirve como una gran cuba de fermentación en la que las bacterias y los protozoos digieren la celulosa (también conocida como fibra) del forraje, algo que los mamíferos no pueden hacer. El rumiante añade saliva a este material mientras mastica y traga y luego vuelve a masticar cuando regurgita (eructa) este material. Este proceso se llama rumia. (El propósito de la saliva es añadir moléculas de bicarbonato al rumen, lo que ayuda a controlar la acidez de la fermentación que tiene lugar en el rumen. Una vez que la fibra está parcialmente digerida y el tamaño de las partículas del material es el adecuado, el alimento pasa por los otros estómagos, incluido el abomesum, que es en realidad el verdadero estómago, como el de otros mamíferos.

Tipo de alimentación de los animales monogástricos

La alimentación es el mayor coste asociado a la cría de pequeños rumiantes, y suele representar el 60% o más de los costes totales de producción. Ni que decir tiene que la nutrición ejerce una gran influencia en la salud y la productividad del rebaño, así como en su rentabilidad.

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La gestación tardía y la lactancia son los periodos más críticos para la nutrición de las ovejas y de las yeguas, siendo la lactancia la que plantea las mayores exigencias nutricionales a las ovejas/yeguas y la gestación tardía el momento más crucial para una nutrición adecuada. El nivel de nutrición determina en gran medida la tasa de crecimiento de los corderos y los cabritos.    Los corderos y cabritos con mayor potencial de crecimiento tienen mayores necesidades nutricionales, especialmente en lo que respecta a las proteínas. Los animales que reciben dietas inadecuadas son más propensos a las enfermedades y no alcanzarán su potencial genético.

Los pequeños rumiantes necesitan energía, proteínas, vitaminas, minerales, fibra y agua en sus dietas. La energía (calorías, TDN) suele ser el nutriente más limitante, mientras que la proteína (CP) es el más caro. Las deficiencias, los excesos y los desequilibrios de vitaminas y minerales pueden limitar el rendimiento de los animales y provocar diversos problemas de salud. La fibra (volumen) es necesaria para mantener un entorno ruminal saludable y evitar trastornos digestivos. El agua es el ingrediente más barato del pienso, pero a menudo es el más descuidado.

Prohibición de los piensos para rumiantes

Los rumiantes son el ganado vacuno, ovino y caprino. Los rumiantes son mamíferos con pezuñas que tienen un sistema digestivo único que les permite aprovechar mejor la energía de la materia vegetal fibrosa que otros herbívoros. A diferencia de los monogástricos, como los cerdos y las aves de corral, los rumiantes tienen un sistema digestivo diseñado para fermentar los alimentos y proporcionar precursores de energía para que el animal los utilice. Al comprender mejor cómo funciona el sistema digestivo de los rumiantes, los ganaderos pueden entender mejor cómo cuidar y alimentar a los animales rumiantes.

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Los rumiantes utilizan su boca (cavidad oral) y su lengua para recoger los forrajes durante el pastoreo o para consumir los alimentos cosechados. El ganado recoge los forrajes durante el pastoreo envolviendo las plantas con la lengua y tirando de ellas para arrancarlas y consumirlas. Por término medio, el ganado da de 25.000 a más de 40.000 mordiscos prensiles para recoger el forraje durante el pastoreo cada día. Suelen pasar más de un tercio de su tiempo pastando, un tercio de su tiempo rumiando (masticando el bolo alimenticio) y algo menos de un tercio de su tiempo sin hacer nada, ni pastando ni rumiando.

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